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AfCFTA, el deseado “milagro africano”

Presentación del tratado de AfCFTA en Ruanda, 2018 /

Por África Actual

El Tratado de Libre Comercio Africano (AfCFTA) ha sido una de las mayores avances para el desarrollo económico de África de las últimas décadas. Sus objetivos, inspirados en la Unión Europea, son el de crear un mercado único en el continente, establecer una libertad de mercado en un entorno donde invertir se facilite y en el que las personas puedan moverse libremente; todo de cara a un desarrollo que haga emerger las economías de los países, haciéndolos más competitivos y con la oportunidad de acelerar el progreso. En el tratado participan el mayor número de países desde que se firmara la Organización Mundial de Comercio en 1995. Fue acordado en 2018 por 44 países de la Unión Africana y entró en funcionamiento el pasado enero con un total de 53 países ya participantes. Solo se ha quedado fuera Eritrea, que rechazó el proyecto debido a su conflicto de aduanas con Etiopía.

Pese a las buenas intenciones del AfCFTA, algunos detractores lo denuncian exponiendo pronósticos negativos. Muhammadu Buhari, presidente de Nigeria (la mayor economía de África) lo criticó en sus inicios cuando aún era una idea de proyecto, con temor a que sus iniciativas económicas frenaran el proceso de industrialización. El economista francés Jaques Berthelot advirtió sobre el posible aumento de la dependencia alimentaria y un principal beneficio de las grandes empresas petrolíferas y extractoras de materias primas.

Lo cierto es que, más allá de las críticas, la realidad brilla sobre África con una nueva luz llena de grandes atractivos. El mercado del continente pasa a ser un mercado único, lo que otorga una gran flexibilidad a nuevos proyectos capaces de crear puestos de trabajo —imprescindible para un continente con altísimo crecimiento demográfico y aumentar el consumo. Por ejemplo, siendo Nigeria el mayor productor de aceite de palma, Kenia consume el aceite importado de Malasia. Todo esto, en las condiciones adecuadas, podría cambiar el panorama comercial hacia algo similar al sello de “importación europea” en Europa. Es un momento crucial para los negocios a nivel continental, que de pronto ven las puertas abiertas para llegar a otros países.

Logo de la asociación

Medios de investigación, como el portal online de Oxford Business Insider, auguran buenos resultados con datos precisos. Se calcula que a medio plazo se reducirá la exportación de productos, pero esto se recuperará con un mercado mucho más rico y competente si el crecimiento económico continúa. Además, la Unión Africana podrá negociar con mucho más poder en el mercado internacional al representar a una enorme economía, cuando hasta ahora cada país debía negociar con grandes compradores como China o Estados Unidos siendo entidades independientes.

El reto más grande al que se enfrenta el continente es la infraestructura, la cual es imprescindible para conectar a los países y que exista un flujo y crecimiento reales de bienes y servicios. Se calcula que la población de las ciudades se doblará en los próximos diez años hasta los 760 millones; con ciudades prósperas en las que se establece un comercio que, inevitablemente, irá necesitando más servicios, aparecerán nuevos negocios junto con dinero extranjero. Es una gran oportunidad para un inversor el posicionarse en un mercado nuevo con gran proyección y poca competencia.

Otro factor base y determinante en el éxito del proyecto, es la cooperación entre todos los países. De nuevo con la Unión Europea de ejemplo, nos encontramos con una historia de décadas para definir un proyecto conjunto del mismo grado de confianza y asociación. En este aspecto, algunos países deberán desarrollar un ejercicio de transparencia, democracia o una exitosa reducción de conflictos regionales que aseguren la paz y la colaboración para desatascar el tremendo potencial del continente. África está de enhorabuena este 2021; el proyecto es parte de una gran evolución que llama a las puertas del mundo entero, con una carta de presentación que no puede ser más atractiva, en un mercado internacional que busca constantemente nuevas oportunidades.