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Un doctor para reanimar las relaciones entre Mauritania y España

Boubacar Kane, el nuevo embajador de Mauritania en Madrid, es un hombre de confianza del presidente y no un diplomático de carrera pero también un médico de reputación internacional.

Por Martín Álvarez Engel

El nombramiento de Boubacar Kane como embajador de Mauritania en España pudo sorprender a muchos. No se trata, ni de cerca, de un diplomático experimentado, sino de un reputado cirujano que por avatares de la vida se convirtió en político. Pero su elección para un puesto que se espera sea de especial importancia para el país del Sáhara tiene una explicación clara: la confianza personal que tiene en él el presidente Mohamed Ould Ghazouani.

La misión que Ghazouani le encomendó a Kane fue clara pero nada sencilla: reanimar las relaciones diplomáticas y la cooperación entre Mauritania y España. Objetivamente, ambos países tienen muchos intereses en común, desde la cooperación a nivel de seguridad hasta la especial relación que tienen en materia de migraciones.

Desde la propia administración mauritana aseguran que en los últimos años los intercambios se habían enfriado, estaban en una suerte de letargo. Pero eso ha cambiado en los últimos meses, con la llegada de Kane a la Embajada. En su haber de estos meses, destacan las visitas a Mauritania del ministro del Interior de España, Fernando Grande-Marlaska, y la del presidente, Pedro Sánchez, esta última con motivo de la cumbre del grupo G5 Sahel, y recientemente la visita de la Reina Leticia durante 3 días , seguido de la Secretaria de Estado de Comercio. Su próximo grande  objetivo será lograr una visita oficial del rey Felipe VI a Nuakchot.

Pero la mano del cirujano no solo se nota en la agenda oficial sino también en el día a día de la embajada. “No te ve solo a nivel profesional sino que también te ve a nivel personal”, explica

Embajador B.Kane ha iniciado nuevos proyectos como ha sido el caso de la Guía de Negocios eBizGuides Mauritania 2.0. Aqui con D. Pascal Belda, Fundador de eBizGuides.

Alassane Dieng, la mano derecha de Kane en Madrid. “Nos da mucha libertad para tener iniciativa y proponer distintas acciones”, nos explica el funcionario que lleva tres años en la delegación mauritana en Madrid y que se ha visto promocionado a petición de su nuevo jefe.

Según cuentan desde la delegación mauritana hay muchos momentos en los que se nota que no es un diplomático de carrera, que está acostumbrado a confiar en su equipo, igual que en un quirófano. Siempre con un tono educado y tranquilo, Kane comparte las tareas y confía en el trabajo de sus colaboradores. Además, según cuenta Dieng, no se atribuye los méritos del trabajo de su equipo sino todo lo contrario no pierde ni un segundo en resaltar ante Nuakchot que tal o cual proyecto es de alguien de su equipo.

“Desde el primer día se mostró muy cercano con todos nosotros. La primera noche que pasó en Madrid con su familia, nos invitó a cenar con ellos en la residencia”, recuerda Dieng. Además, Kane no se olvida de su exitosa carrera sanitaria y los trabajadores de la Embajada no ocultan que ha sido bueno tener cerca una persona como él en mitad de una pandemia como la del Covid-19.

Mauritania sigue siendo una gran desconocida a pesar de potencial turistico. Aquí el Tren del Desierto, mas de 1000KM entre Zouarate y Nouadhibou

“Nos ha tranquilizado con muchas informaciones sobre el Covid. Pero no solo eso, cuando he tenido que hacerme pruebas médicas, acudo a él para una segunda opinión y su puerta siempre está abierta y me da su opinión”, continúa Dieng. No es de extrañar, al final Kane es médico de profesión y este es su primer trabajo alejado de la medicina.

Estudió medicina en Francia, donde conoció a su mujer, una médico tunecina. Poco a poco fue ganando fama en Mauritania, hasta el punto que se convirtió en el médico de confianza del anterior Presidente Aziz, al que llegó a salvar la vida. Este fue el episodio que le valió el salto a la política. Su ilustre paciente le propuso que se ocupara de reformar y actualizar el sistema sanitario del país y le entregó la cartera de Sanidad. Al frente del ministerio, como cuenta Dieng, hizo un importante esfuerzo por modernizar el sistema, mejorar las condiciones laborales de los trabajadores sanitarios y consiguió que todas las regiones del país contarán con un hospital moderno. Una labor hercúlea tratándose de un país de más de un millón de km2 y que ocupa el puesto 148 del mundo en cuanto al PIB. Kane consiguió tras su paso por el Ministerio de Sanidad una buena reputación con la población de Mauritania y que la confianza de su jefe en él creciera más todavía.

Con este CV no es de extrañar que el nuevo presidente Ghazouani le encomendara la misión de revivir las relaciones con España, que cada día mira más a África y que desde Mauritania esperan que les vean como un socio preferencial, por cercanía y potencial. Desde que ocupa su cargo, Kane no solo no ha defraudado la confianza que han depositado en él desde Nuakchot sino que se ha ganado el cariño y respeto de su equipo en Madrid. “Cada día aprendemos mucho de él. No queremos que se vaya”, cierra Dieng.